Infected City: marzo 2008


El otro día, movida por ciertos impulsos, me puse a investigar sobre el marxismo. Una investigación casi interminable porque para entender un concepto debes entender otro y, para ese, saber lo que significa otro más y así por los siglos de los siglos...


Entre medio de este mar de términos y filosofías encontré un tema muy interesante que dice relación con el Antropomorfismo de Dios. Suena un poco rebuscado, pero es la explicación racional de algo que muchas veces me he custionado y he creido posible.


¿Por qué la comunidad católica le reza a Dios en un edificio? ¿Por qué ese mismo Dios es represantado como un viejo de barba gris bastante parecido a Zeus? ¿Cuál es ese afán de la Iglesia Católica de negar el paganismo siempre presente en sus íconos? ¿Y cuál es el afán del hombre de transformar todo a su imagen y semejanza?


Bueno, si se hacen el ánimo, lean el siguiente texto:


"El Hombre ha intuido su propia escencia, pero al no poder aislarla para identificarla necesita proyectarla fuera de sí y atribuirsela a un Dios creado por él, que imagina en un más allá. Así la encuentra más fácilmente, pero también se ve despojado de ella, provocando su propia alienación (la palabra viene de alienus que significa ajeno).


Para Marx y Engels, lo divino no es otra cosa que la escencia del Hombre como especie, mientras que lo humano es la escencia del Hombre como individuo. El Hombre pone sus propios atributos (inteligencia, amor, voluntad) fuera de si mismo, en otro ser llamado Dios. Esos atributos son lo mejor de si mismos y le caracterizan como especie. Por eso se produce el antropomorfismo de Dios, se le suele dar forma de un hombre y se le convierte en un ser moral dotado de la capacidad de premiar, castigar y perdonar. El hombre alienado se encuentra sometido a un poder extraño a él que lo domina y le impide ser él mismo, sujetándole a leyes impuestas. La religión es la esperanza de que en otro lugar exista la justicia que no hay en el mundo, por eso incita a soportar la opresión: es el opio del pueblo."

Web's Adiction

Últimamente he estado un poco ociosa... y entre medio de ese nirvana web que me ha estado envolviendo descubrí esto:

El metro esconde cosas sorprendentes y no sólo colapsos, muertos por asfixia y esperas interminables entre estación y estación. Un inglés con ganas de ver más allá descubrió en el plano del metro de Londres un zoológico entero y me imagino que sus viajes bajo tierra nunca volvieron a ser aburridos... Bueno ¿adivinan qué hice yo? ¡Correcto! Me pusé a buscar nuestros propios animales criollos y encontré esto:


Sí lo sé... no es tan criollo, más bien parece un Rudolph psicótico (como será que la cultura gringa se nos metió hasta el tuétano del inconciente), pero en fin... supongo que desde ahora en adelante tendré entretención segura cuando viaje a alguna parte...

Gracias Metro.S.A por hacer de mi vida una aventura sin límites...